sábado, 17 de febrero de 2007

PALABRAS SIN SENTIDO



Silogismos inventados, grises, mustios
que provocan sensaciones de misterio,
que se esconden en el alma y sin testigos
se traducen en fantasmas torpes, fríos.

La razón conduce a gusto los sentidos
la pasión predice frases sin sentido,
el amor hace vibrar los corazones
las acciones son palabras sin sentido.

Las palabras poderosas te provocan
las palabras suelen ser pena y olvido,
las palabras te dan vida y te mitigan
las palabras sin sentido te fustigan.

Yo me callo por razones preferidas
tu no callas porque mandas la partida,
unos callan por temor a las salidas
muchos hablan sin conciencia...a la deriva.

Cuando me hablas tiernamente te comprendo
cuando te amo no me salen las palabras,
el lenguaje de la vida tierna y pura
en palabras sin sentido yace oculto.

En palabras sin sentido no hay acuerdos
las palabras sin sentido solo engañan,
solo siembran sinsabores y arrebatos
la cordura y la verdad pasan de largo.

Los sentidos son lenguajes aprendidos
son canales que entrelazan vida y sino,
codifican, comunican, dan sentido
las palabras con sentido dan alivio.

María Asenet Arboleda Urrego

TELEFONO

TELEFONO

¡Haló!...amigo mío ¿Cómo estas?
¡Ha!...tiempo en que te escucho tan cerca estando lejos...
tan lejos como el eco que traspasa el espacio
y me descubre tan nítido el timbre de tu voz...

Yo amo tu existencia, tu fin, tu poderío
unes a cuantos quieres, eres universal
alegras a los tristes, apuras los sucesos
unes los corazones, resuelves opresiones.

También señor teléfono arruinas al usuario
enriqueces a tus amos, cautivas la ambición,
enloqueces las mentes, les cambias, los aciertas
unes a los amantes, alienas la ilusión.

Te odio y te idolatro, te alabo y te maldigo
me arruinas la jornada, no tienes compasión,
interrumpes mis sueños, mi paz y mi descanso
tu repicar me aturde, eres egoísta y cruel.

Como te coqueteo si espero la noticia
que me saca de quicio marcándome el qué hacer,
mas qué triste es mirarte cuando nadie se acuerda
de marcar mi consigna al otro lado del mar.

¡OH!...teléfono, teléfono de mi alma
como te convertiste en hombre sin razón,
a los chicos diviertes, les ofreces motivos
para faltar a clase y a su alma alborotar.

Así como eres digno, útil y apetecible
también eres objeto de guerra y obsesión,
esta tecnología tan tuya y tan ajena
ha envuelto al mundo entero en fruto y creación.

Igual que la informática, la biótica y las otras
tu tienes la presea pro globalización,
y este mundo inocente se mueve y se revuelca
al son de los inventos... ¿Y el hombre...qué...SEÑOR?

María Asenet Arboleda Urrego

TRISTEZA


¡OH!.. Tristeza fiel amiga
de mis noches y quebrantos,
como te filtras en mi alma
y te complaces llamándome.

Como te siento perderte
profundamente en mi entraña,
como suspiras conmigo
y como te encanta mirarme

Como tirita mi cuerpo
en noche febril andando,
por los valles y senderos
de mi pueblo deambulando.


No sé si es mucho el encanto
de tu espíritu constante,
o si es que tu amor es tan grande
que te deleitas anunciándome.

Que si río, estoy llorando
y que si amo, el desengaño,
es el feliz compañero
que no te deja olvidarme.

Que si las penas son hondas
o que si el tormento es grande,
hay que sortear dicha y llanto
y continuar siempre andando.

¡Ven, tristeza, amada mía!
tu fidelidad es grande,
contigo la vida mía
sabe a placeres y a mares.

También las lágrimas saben
a placer, dulzura y canto,
también mecemos la cuna
con llanto dulce y amargo.

María Asenet Arboleda Urrego