lunes, 16 de abril de 2007

AMIGO



¡Aunque a veces me llames y no te escuche
me busques y no me encuentres,
allí estaré siempre
en cada rincón, en cada instante...!

Ni la distancia ni el tiempo opacarán tu esencia
ni la lluvia y las nostalgias borrar tu imagen podrían,
porque la luz que ilumina nuestras mutuas existencias
esta impregnada en el alma, en los sueños, en las sendas.

Cuando en el alma se agitan sentimientos encontrados
cuando las manos se juntan pronunciando una plegaria...
es la fuerza de la vida que se agita y sus sonidos
son elixir de esperanza, de silencios y de olvidos.

¡Qué bonito es despertarse y con los trinos mañaneros
sentir correr por las venas ríos de savia floridos,
y saber que allí muy cerca están tus seres queridos
y los soñados amigos que son tesoros fundidos!.

Flauta mágica eres, amigo, eres tu mi dulce amigo
porque con el viento vienes y me encantas con tu acento,
de suavidad y caricia, de consuelo y de alegría
de parabienes centrados cuando hay soledades frías.

Las huellas que van quedando en los parajes recorridos
van sentando prioridades, también razones y abrojos,
la cimiente se enmohece, la mente llena de surcos
Pero se agiganta el eco magnánimo del espíritu.

Eres como el trigo fresco, eres faro, eres refugio
Eres velita encendida y en las noches a escondidas,
Te apareces y es entonces, cuando en sueños a Dios digo:
¡Gracias por cuidar tan bien a mi amigo preferido!

María Asenet Arboleda Urrego
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