¡OH...Dios mío...!:
Gracias por todo lo que hiciste,
Por todo lo que haces, por todo lo que harás
por mi vida, por mi pueblo, por mi gente.
Después de viajar por cielo y tierra
hoy me postro ante Ti para decirte,
que te amo y que aquí dentro, muy dentro
te llevo y te siento, te siento a cada instante.
Quiero decirte que mi razón de ser
toma sentido porque vives en mí,
como la flor en el tallo
como la tierra que solo existe porque existes.
Te necesito como al aire que respiro
como a mi abrigo para el frío,
como al agua que calma mi sed y mis sofocos
y hace renacer la vida vegetal y los paisajes.
Eres para mi la mas preciosa serenata
que enamora y siempre calma mis nostalgias,
la tibieza de tu esencia me transforma
y me transporta a tu sino y a tu calma.
Quédate conmigo siempre, siempre
guarda muy junto a ti mis ilusiones,
y conmigo a toditos mis amores
que entonando a mi son, van sin temores.
María Asenet Arboleda Urrego.
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