Contigo aprendí a volar por los cielos y los mares
acercarme al horizonte y a viajar con rumbo norte,
atravesar las montañas las colinas y los valles
recorrer campos abiertos, travesías, riscos, baches.
Aprendí a soñar despierta y a dormir en tu regazo
a perderme entre tus brazos y a embriagarme con tus besos.
a sentir mil mariposas cuando decías: Te amo
y a beberme a tragos largos tus sabores y embelesos.
Tu me enseñaste a quererte y a mirar siempre de frente
a ser feliz, entusiasta y a salir siempre adelante
a ser positiva y tierna aun por sendas agrestes
a buscar el equilibrio y a feriar contradicciones.
Ahora te solicito que me enseñes a olvidarte
pienso que faltó en la cena el postre mas exigente,
teníamos que jugar al amante e inocente
al falso y al pendenciero y a mirarte sin amarte.
Enséñame a vivir sin ti, sin tu olor, sin tu presencia
enséñame a perdonar y a continuar por la senda,
esa senda que nos brindó tanta paz y tanta calma
la senda que aun recorro sin tu calma y sin tu magia.
Enséñame a no pensarte y a vivir sin tus conciertos
enséñame a olvidarte y a no releer tus versos,
enséñame a caminar sin tu mano sin tu canto
enséñame a sobrevivir sin despertarte en mi sueño.
Enséñame a comprender que fuiste el libro en el que un día
me refugié y aprendí a no tener noches frías,
ese libro que leí, que ya ha pasado a la historia
enséñame a olvidarte, por favor... no mas memorias.
María Asenet Arboleda Urrego
No hay comentarios:
Publicar un comentario