A ESCONDIDAS
A escondidas te conquisté, mi vida
cuando la tarde azul languidecía,
cuando las aves retornaban a sus nidos
cuando las fuerzas me rendían y vencían.
A escondidas tuve que hacerlo, vida mía
porque mi corazón pertenecía a otra querida,
porque vivir a plenitud era mi lema
porque mi corazón infiel me lo exigía.
porque mi corazón pertenecía a otra querida,
porque vivir a plenitud era mi lema
porque mi corazón infiel me lo exigía.
A escondidas te seguiré adorando
porque la ley y el estigma de mi vida,
es beber de tus labios la ambrosía
sin perder lo generoso de otros brazos.
porque la ley y el estigma de mi vida,
es beber de tus labios la ambrosía
sin perder lo generoso de otros brazos.
Sin fallarle a ninguna, te diría
que para mi el amor es poesía,
que no existen preferencias ni distancias
y a escondidas hay misterio y picardía.
que para mi el amor es poesía,
que no existen preferencias ni distancias
y a escondidas hay misterio y picardía.
Así todos tranquilos, a escondidas
festejaremos sin premura nuestro idilio,
que hace reír al corazón cada mañana
sin despertar las sospechas, la ignominia.
festejaremos sin premura nuestro idilio,
que hace reír al corazón cada mañana
sin despertar las sospechas, la ignominia.
A escondidas y entre sombras de la noche
viviremos este infinito amor secreto,
cuando la muerte sin piedad nos contamine
allá en el cielo nuestro amor sera al acecho.
viviremos este infinito amor secreto,
cuando la muerte sin piedad nos contamine
allá en el cielo nuestro amor sera al acecho.
María Asenet Arboleda Urrego