jueves, 7 de octubre de 2010

TU VOZ


Escucho el sonido de tu risa loca
de tu voz que llama y reanima el alma,
de tu acento fuerte, seguro y galante
que asegura eternos suspiros que calman.

Endulzas mi oído y me transporto al alba
probando lo tierno y lo sutil que encanta,
que enamora, aquieta sentidos que claman
que se unen, se aman, se esfuman y danzan.

Tenme quietecita juntito a tu alma
yo aporto la magia que alimenta y sana,
esos sinsabores que entristecen y andan
rompiendo el encanto de la vida llana.

Háblame muy quedo, pronuncia mi nombre
que el eco me traiga tu dulce palabra,
que unida a mi espíritu se convierte en aire
y retorna al tuyo convertido en aura.

Esos tus mensajes que escucho en suspenso
me traen tu imagen gallarda y radiante,
tus brazos me envuelven y siento el encanto
de tu voz, tu risa, tu amor y tu canto.

Espera impaciente el feliz momento
de amores que viven su sueño dorado,
rompe nubarrones disipando ausencias
de noches oscuras, espacios distantes.

Confío mis cuitas a mi bien amado
cual jilguero al viento bajo un sol naciente,
tu mano en mi mano, tu mente en mi mente
A Dios demos gracias hoy, mañana y siempre.

María Asenet Arboleda Urrego