De tanto necesitarte y de tanto usarte
mi amor despertaste sin pausa, sin pasantes,
tu trazo, el más fiel, limpio, puro, ferviente,
que verás y asiduo, mi pensamiento, vierte.
Calendarios, sin fin, testigos ciertos
de los esfuerzos por hallarte y por tenerte,
mis pequeños ahorros gota a gota
a la alcancía iban a parar para comprarte.
Verdes, rojos, lilas, café, musgo y marrón
negros y blancos, anaranjados y azulinos,
color boñiga, tierra y agua, color de obispo
terracota, ocre, marfil, malva, rosa y amarillo.
Prismacolor, marca ideal, pero costosa
acuarelas, carbón y tintas, barro, achiote o lo que toque,
con tal de dibujar ese mosaico de arreboles y colores
con estilo y con pasión, aunque me coma los reglones.
Obras de arte y de emoción, con perspectivas y sazón
lo importante es trascender, usando la imaginación,
escribir con los milagros, letras ser del señor abecedario
¡Qué gran genio! ¡Santo Dios! Ser humano aprendiz y creador.
Lápices hay de calidad y de color
su inventor, ¡Qué ingenioso y provisor?,
todos, todos con un lápiz y un papel
puede expresar, lo que siente y lo que quiere el corazón.
Que nunca falten lapicitos con radar
para plasmar la obra de arte, más preciosa,
del amor, paz y progreso de esta tierra
enmarcando al cielo azul... "felicidad".
María Asenet Arboleda Urrego