¡OH!.. Tristeza fiel amiga
de mis noches y quebrantos,
como te filtras en mi alma
y te complaces llamándome.
Como te siento perderte
profundamente en mi entraña,
como suspiras conmigo
y como te encanta mirarme
Como tirita mi cuerpo
en noche febril andando,
por los valles y senderos
de mi pueblo deambulando.
No sé si es mucho el encanto
de tu espíritu constante,
o si es que tu amor es tan grande
que te deleitas anunciándome.
Que si río, estoy llorando
y que si amo, el desengaño,
es el feliz compañero
que no te deja olvidarme.
Que si las penas son hondas
o que si el tormento es grande,
hay que sortear dicha y llanto
y continuar siempre andando.
¡Ven, tristeza, amada mía!
tu fidelidad es grande,
contigo la vida mía
sabe a placeres y a mares.
También las lágrimas saben
a placer, dulzura y canto,
también mecemos la cuna
con llanto dulce y amargo.
María Asenet Arboleda Urrego
No hay comentarios:
Publicar un comentario