miércoles, 17 de enero de 2007

CAMBIAR ESPINAS POR ROSAS



Las espinas disecadas ahogaron el concierto
se perdieron silenciosas en la oscuridad del tiempo,
sus despojos yacen yertos olvidados por el viento
su recuerdo ya no cuenta, el vacío es siempre cierto.

Sinsabores y amarguras apagaron las conciencias
los incendios apagaron el oasis del desierto,
las semillas no brotaron por la invalidez inerte
los capullos se murieron sin mirar la luz naciente.

Esas espinas que un día acompañaron constantes
bellas rosas que alegraron las miradas expectantes,
fallecieron lentamente porque carecieron siempre
de una mano bondadosa, un beso un abrazo fuerte.

Mas un día, feliz día el amor pasó de frente
infundió aliento de vida, respiro profundamente,
esparció gotas de lluvia, les sonrió tiernamente
alegró con dulces trinos, la vida surgió elocuente.

Renacieron esperanzas y las espinas de entonces,
se engalanaron de flores de mil y de mil colores,
revivieron ilusiones, sintieron vivir de nuevo
alegraron corazones, sus mentes brillaron siempre.

Cambiemos amigo mío la dureza que se siente
cuando el miedo nos agobia y encorva los sentimientos,
volvamos a dar la mano, renazcamos nuevamente
cambiar espinas por rosas, la verdad es impaciente.

El amor que Dios nos brinda que alimenta y que sustenta
fortalece a manos llenas corazones insistentes,
este corazón de piedra que envejece y enmohece
emana sangre prolija, ¡ha nacido nuevamente!.

María Asenet Arboleda Urrego













martes, 16 de enero de 2007

PASO EL AMOR




Pasó el amor por mi vereda
se enredó en mi pelo y se caló en mi alma,
estremeció sonriente y amorosamente mi entraña
calándose en mis huesos como en las piedras la lapa.

Pasó el amor por mi conciencia
y se escondió en el eco infinito de mi calma,
dejando programadas en mis silencios sus ansias
sus huellas, sus visiones y la magia que calma.

Pasó el amor por mi morada
y a mi voluntad hizo liviana,
cambió mis sueños en mañanas
y las noches en poemas de añoranzas

Pasó el amor y se quedó conmigo
dando sentido a mi esperanza y a mi olvido,
mitigando los dolores, los ensueños
que no tenían sentido cuando le hallé perdido.

Pasó el amor y se durmió en mis sueños
y con el viento suave revive con los besos,
de dos halos que se funden y se elevan hacia el cielo
entonando una plegaria sublime en sus misterios.

Y así nació fragante y sublime con su magia
la dicha que titila haciendo sonreír mi alma,
y tu alma con mi alma son una como el alma
que envuelve dulcemente las mieles que le embargan.

Pasó el amor y seguirá pasando
porque el amor es mi pasión, es mi versión,
es mi poema y mis poemas van naciendo
donde la verdad de mi amor nace, iluminada con tu amor.

Maria Asenet Arboleda Urrego

lunes, 15 de enero de 2007

SILENCIOS




Cada momento, cada instante, cada día
silencios infinitos me circundan,
sus voces contaminan mi existencia
y se beben conmigo las nostalgias.

Mi silencio es infinitamente cierto
porque conquista mis ausencias y lamentos,
porque me absorbe y me consume poco a poco
porque me invita a ser certera en mis proyectos.

Silencio, silencio es la respuesta
a los interrogantes que me rondan,
silencio, silencio es la consigna
si mi anhelo es escapar cuando se calla.

En las noches mis silencios se contagian
con el elixir embriagante de tu calma,
y tus miradas silenciosas me reclaman
confundirme en lo profundo con su magia..

Interpretando tus silencios me robaste
la seguridad intensa de mi alma,
y silencio a silencio el horizonte
me donó espacios de amores y canciones.

Amaré tus silencios, tus silencios amaré
los guardaré en mis silencios inundados de placer,
libres y ufanos florecerán después
y al cielo llenaremos de esencias al volver.

Guardemos los silencios que no pudieron ser
juntemos los que hicieron posible el renacer,
de sentimientos dulces que nos permiten ser
emblemas que enaltecen la vida y el querer.

María Asenet Arboleda Urrego

viernes, 12 de enero de 2007

DE NUEVO TE ENCONTRARE



Cuando mas alegre estaba
cuando mas confiaba en ti,
te alejaste sin pensarlo
fue triste verte partir.

Un camino tu emprendiste
un camino que andarás,
te condujo a tu morada
te condujo a tu verdad.

Sé que un día te encontraré
sé que un día te amaré,
tras el inmenso horizonte
en el rosal que sembré.

Un abrazo te daré
un mensaje llevaré,
se confundirá en mi sueño
junto a ti me quedaré.

Yo te hablaré quedamente
te miraré sin parar,
me mirarás dulcemente
y con magia me amarás.

Te besaré tiernamente
tu semblante cambiará,
yo diré que simplemente
somos uno y nada más.

Y la lluvia arrullará
y la luna alumbrará,
y al salir el sol naciente
nuestro amor florecerá.

María Asenet Arboleda Urrego

jueves, 11 de enero de 2007

REALIDAD



Realidad: ¿Qué será, qué será, qué será...
será mentira, será verdad?
¿De dónde viene, a dónde irá?
¿Con quienes anda, qué buscará?

Real: Es el dinero, la alienación
es la equivalencia en cada región,
es una fortuna, es una obsesión
es un paradigma, es la creación.

Lid: Es una casta, es la proyección
conciencia impartida para la misión,
lid es la palabra que invitando al son
de un gran altruismo se torna en legión.

Id: Es un envío, es una encomienda
es una llamada para ser verdad,
es esa caricia que por siempre va
sembrando mensajes de amor y hermandad.

Dad: Es la consigna de la humanidad
a estrechar las manos, a ser unidad,
por justicia y paz, tesón, lealtad
todos por la causa de la libertad.

Lida: Es un emblema, es una razón
es el nombre propio de aquella canción,
que llega hasta el alma, hasta el corazón
que despierta siempre causando emoción.

Re: Es la nota dulce que invita al amor
bemol sostenido, allegro y candor,
es el doble cauce, es repetición
es darte la mano en cada lección.

Al: Es contracción, al ligando va
al jardín del frente, al salir el sol,
al reír llorando, al bueno, al buscar
alguna esperanza al fin del cursor.

Y para ti, amigo, ¿Qué es la realidad?
para mi no existe, no se qué será,
cada ideología, cada sociedad
define a su antojo “esa realidad”

María Asenet Arboleda Urrego

miércoles, 10 de enero de 2007

SOLO UN POEMA




Solo un poema para sentirte entre silencios
solo un poema para que sientas que te siento,
solo un poema para estrecharte entre mis brazos
solo un poema para decirte que te amo.

Vuela mi canto como la brisa por instantes
iluminando mi alegría y tu mensaje,
en el que dices que me sigues recordando
aunque no puedas recostarte en mi regazo.

¿Cuál de todos mis poemas es el tuyo?
¿Es que no adviertes mi presencia en tu existencia?
¿No has descubierto que la magia de mis besos
se confunde con tu esencia y con mis versos?

Es mi poema evocación, es añoranza
es la ternura que revierte una esperanza,
es la razón de emocionarse y extasiarse
ante la lumbre tibia y fugaz, llama que embarga.

En mi poema hay un estilo primigenio
que resulta de mi vida y mi alabanza,
a mi historia, a tu historia, a la bonanza
de vivir con plenitud, con esperanza.

Todos mis versos entretejen colmenares
de alegrías y tristezas encontradas,
de momentos sin iguales y expectantes
en que siento que me abrazan mis cantares.

Mi poema eres tu y lo serás siempre
mi inspiración, el respiro en cada fase,
mi tema surge del mirar absorta
como nacen y florecen los milagros.
Maria Asenet Arboleda Urrego

martes, 9 de enero de 2007

SOFIA NIÑO




S
Saludando la mañana te observé reír un día
y descubrí los misterios que en tu alma se escondían,
tu bondad y tu alegría, tu tesón y valentía
tu amistad sincera y pura, tu sencillez, tu valía.
O
Obedeciendo al mensaje de Jesús y de María
y al estilo Laurita compartimos armonías,
y el espíritu ferviente entrelazó nuestras vidas
y nuestras almas hoy cantan la misma canción sentida.

F
Frecuentemene recorro los caminos que otros días
trasegamos sin cansancio para arribar a la senda,
donde las almas bifurcan sus destinos y sus vidas
donde se calma al sediento recuperando energías.

I
Ilusiones y esperanzas hacen gala cada día
y se enriquecen con olas de conciertos y osadías,
para celebrar la fiesta de vivir hoy y a porfía
con un corazón amante, con razones y con guías.

A
A Dios hago entrega siempre de tu ser y de tu vida
y agradezco que te cuide, te proteja y te bendiga,
para que sigas creciendo en saber y en alegría
y para que conmigo cantes cada día por la vida.

María Asenet Arboleda Urrego

SOCORRO ARBOLEDA URREGO




s
Sonrisa iluminada y fresca eres
llena de paz, de armonía y de loores,
das al sediento, al que espera y al que sufre
una nota, una ilusión, un dulce amanecer.

o
Océano inmenso, sigue siendo
de señales, de lecciones, de color,
es tu vida y tu destino ir avanzando
aunque hayan baches y tropiezos por doquier.

c
Cual vasija de barro has sido siempre
receptora de ese hermoso amor de Dios,
quien te invita a compartir por donde estés
esas semillas que generan luz y bien.

o
Olvidar las nostalgias del ayer
augura fuerza y valentía por doquier,
enfrentando con ahínco esos retos del saber
se auguran parabienes a la hora de crecer.

R
Renacer: es la comparsa que se escucha cada vez
musitando la plegaria,” Rayón de luz” para ver,
los corazones amantes y virtudes por tejer
“Templando los instrumentos” que aseguran paz y bien.

R
Rosarios y bendiciones de jolgorio y emoción
son preludios acertados en la diaria convicción,
porque tu y yo igual que rosas que perfuman el jardín
allanamos los senderos del que busca resurgir.

O
¡OH! ¡Qué alegría tan grande! ¡Qué regocijo Señor!
ser parte del compartir en familia con amor,
tu existencia y tus quehaceres con mis ansias por vivir
unidas en mente y alma, aunque tengamos que partir.


María Asenet Arboleda Urrego

lunes, 8 de enero de 2007

MI CASA ES UN PANAL





Cuando a mi casa usted llegue, no se asuste al observar
una reina, una reinita, un que otro zángano y más,
presumida y presurosa, la reina anda sin parar
para progresar, entonces, el orden hay que entablar.

Quien diría que hoy en día, hay que tirar el delantal
pues la moda que hoy se impone, es reinar sin rey; ¡Qué tal!
ya no importa quien sostiene, ni quien rellena el costal
lo que importa es que haya zánganos rechupándose el panal.

Unos entran y otros salen, nadie sabe a donde van
lo cierto es que, como abejas, van endulzando el panal,
entra la monja, entra el cura, el filósofo y el tenor
el sembrador de ilusiones, el arquitecto, el pintor...

Aparece el estudiante, el campesino, el mayor
el encantador de serpientes, el loco y el escritor,
no falta Doña Neomicia, Leonilda y Gumersindo
Filomena y Margarita. Agripina y Soledad.

Unos buscan alicientes, refugio y calor de hogar
otros quieren un milagro, para su meta alcanzar,
no se asuste cuando el buche, se sienta vacío y !flash!...
y las tripas nos anuncien, que la guerra va a estallar.

Lo cierto es que la miel alcanza y hasta sobra para guardar
porque el día de mañana, otra hambruna llegará,
cada quien hace lo suyo y sonríe al comprobar
que si la miel es bastante, es porque existe unidad.

Eso sí, mijo querido, prepárese para escuchar
o aprovecha la cosecha o se marcha al despertar,
la colmena es abundante, hay para todos, General,
pero aguárdese un tantito, hay que amar en libertad.

Hay que defender lo suyo, la colmena debe estar
sobre roca construida, no la vayan a tumbar,
por la noche los amigos, de lo ajeno lograran
sellar la conciencia a todos y proceder a empacar.

Los haberes que por años, por cuotas se han de pagar
incrementando miseria, mucha angustia y soledad,
porque cuando se llega al mundo en pelotita y de afán
todo, todo, ya es ganancia para el néctar recolectar.

Mas un día, cualquier día, en cenizas quedarás
y solo el alma limpiíta, al cielo trascenderá,
porque en la vida, abejita, solo la razón tendrá
el amor que regalaste a tu casa, tu panal.

María Asenet Arboleda Urrego

TRISTEZA




¡OH!.. Tristeza fiel amiga
de mis noches y quebrantos,
como te filtras en mi alma
y te complaces llamándome.

Como te siento perderte
profundamente en mi entraña,
como suspiras conmigo
y como te encanta mirarme

Como tirita mi cuerpo
en noche febril andando,
por los valles y senderos
de mi pueblo deambulando.

No sé si es mucho el encanto
de tu espíritu constante,
o si es que tu amor es tan grande
que te deleitas anunciándome.

Que si río, estoy llorando
y que si amo, el desengaño,
es el feliz compañero
que no te deja olvidarme.

Que si las penas son hondas
o que si el tormento es grande,
hay que sortear dicha y llanto
y continuar siempre andando.

¡Ven, tristeza, amada mía!
tu fidelidad es grande,
contigo la vida mía
sabe a placeres y a mares.

También las lágrimas saben
a placer, dulzura y canto,
también mecemos la cuna
con llanto dulce y amargo.

María Asenet Arboleda Urrego




viernes, 5 de enero de 2007

DONDE ACAMPAR ESTA NOCHE




Dónde acampar esta noche, dónde reclinar la frente
dónde calmar las abulias y las tristezas del alma,
dónde equilibrar las fuerzas y encender la luz que se apaga
con la brisa, con el viento, con la lluvia, con el agua.

Quién pudiera tragarse las montañas para llegar al remanso
donde cantan los jilgueros y es tan fresca la mañana,
donde renacen las flores y la ternura me alcanza
para alegrar corazones con los loores de mi alma.

Cómo llenar yo pudiera mis alforjas de confianza
para llevar provisiones al hermano que me llama,
cómo acabar el vacío de tanto corazón roto
que no conoce de amores y marcha sin rumbo norte.

Solo tu, mi Dios bien mío, me enseñarás los senderos
que conducen a tu techo y que llenan de contento,
al mendigo, al anciano, al que anda sin sosiego
al que suspira en silencio, al que te añora por dentro.

Al que sufre y al que lucha por la paz, por la esperanza
por un poco de alegría, por la vida que no alcanza,
solo yo con tu ternura, con tu amor y con tu canto
podré hacer realidad mi sueño de seguirte a cada instante.

Ser tu discípula quiero, quiero llevar tu mensaje
reclinarme en tu regazo, mi amor con tu amor alcance,
allí acamparé esta noche también las noches restantes
mi morada es tu mensaje, mi reposo es tu semblante.

Me miraré en tu mirada, sonreiré al contemplarte
descubriré que en tu casa, todo es luz, paz y confianza,
tu me ofreces siempre tu mano y a toditos mis hermanos
me conduces a tu reino donde solo hay amor y calma.

María Asenet Arboleda Urrego

jueves, 4 de enero de 2007

VIENTO


¡Viento, viento, viento delicioso!
¡Cómo me agrada sentirte en el momento!
¡Cómo me robas sin presión estos sofocos!
¡Cómo me besas y acaricias con encanto!

Yo adivino las plegarias en tus ecos
y la audacia con que viajas libremente,
nada, nada se interpone en tus acechos
porque eres ligero y tibio, frió, voraz y hambriento.

Eres amigo incondicional del universo
eres aire, eres ráfaga, eres tormenta,
cumples cabal con tu misión sin precedentes
eres la vida, eres fuego, eres incienso.

Transportas sabiamente las semillas
que cundirán de florescencias las comarcas,
y sin preámbulo se saciará la tierra
con el jugoso y abundante fruto que de ella brota.

Viento: te amo, amo tu suave brisa y tu coraje
quiero perderme fugazmente en tu oleaje,
participar en el cortejo de tu estancia
y llegar hasta los cielos en tu viaje.

Elevemos presurosos un mensaje
al Creador de la vida, nuestro ángel,
para que los remolinos destructores en tu viaje
porten notas de ilusión, brisa que sacie.

Como el viento revivamos el concierto
de las fuerzas que armonizan la existencia,
de los seres que transitan y suscitan
una gota de entereza y de esperanza

María Asenet Arboleda Urrego



miércoles, 3 de enero de 2007

SILBANDO EN EL CAFETAL



Silbando en el cafetal te encontraba cada vez
que apresurada llegaba a tu estancia a tu vergel,
cuando anhelaba mirarte y regalarte mi querer
brindando con vino blanco y anisados a granel.

Las hojitas de café fueron instrumento fiel
con sus besos y tus besos surgía el milagro aquel,
que con tu timbre de voz se emocionaba hasta el cielo
al escuchar tus canciones y tus notas al querer.

Era lindo contemplarte y escucharte cada día
con las luces matutinas trailarando al trabajar,
morenita del alma, negra noche, amor y amar
sonrisas a pierna suelta, chistes sueltos... mucho más.

Yo sé que en el cielo estas mi papacito querido
pero en mi corazón dejaste fragancias de amor y un nido,
donde duermen y divierten tus mensajes mas queridos
las semillas que despiertan e iluminan mi camino.

Cuéntame otro cuento padre, hazme reír cada día
sostenme cuando la angustia se anticipa a la tristeza,
de los abrojos que a veces rondan mi techo y mi vida
cuando no encuentro a mi vera esa tu mano querida.

Silbando en el cafetal alegrabas nuestras vidas
silbando en el cafetal trabajabas y ganabas,
el pan para tu familia y para aquel que llegaba
reclamando un vaso de agua y una porción de comida.

Las hojitas de café te extrañan y aún esperan
a que regreses a ellas para el concierto entonar,
para elevar hacia el cielo esa plegaria encendida
que hace renacer sonrientes las alegrías perdidas.
María Asenet Arboleda Urrego

martes, 2 de enero de 2007

CUANDO CANTO





Cuando canto, musito la esperanza
del devenir del día florecido,
trastocado de notas inmortales
para alcanzar una estrella en el paisaje.

Veo flotando los sueños dulcemente
como la luz del sol en el poniente,
como esos lotos que nadan en un lago
Y que engalanan la tarde con sus flores.

Es la melodía de la vida:
cuando siento el titilar de las estrellas,
es ese dulce presagio de alegría
cuando me como las notas de algún día

¡Cuánta luz, cuánta ternura, cuánta vida!
me estremezco suavemente y me contagio,
de esos arpegios excitantes y caricias
que me brindan tus emociones vivas

Tu: ¡OH nacer de sentimientos abstrayentes!
cuando me envuelvo en tus trinos celestiales,
cuando es mi garganta que transforma
en himnos inmortales tus plegarias.

Ámame, así como la nota al viento
como la flor que nace en el desierto,
como el coro de Ángeles vivientes
como la luz se extingue con la muerte.

Ámame, hoy mañana y siempre
nunca dejes de susurrar mi nombre al tiempo,
yo con mi canto envolveré el encanto
de tu vida y mi vida eternamente.

María Asenet Arboleda Urrego