jueves, 28 de diciembre de 2006

SUEÑOS




Cierro mis ojos y veo lo frágil
de la luz que expande de rojo mi espacio,
y mi mente en blanco se convierte en eco
de ondas musicales que llaman amores.

Mi espíritu ardiente trasciende luciente
lo mas dulce y suave de mi ser ausente,
embriagado y lleno de esencias celestes
que claman secuencias de suspiros fuertes.

¡Qué bella es la vida cuando sueño a solas!
lo tenue y brillante de lo limpio y puro,
en que suele tornarse el “aura” del alma
cuando bebo a sorbos esa fresca calma.

Del aire que llena mi pulmón de aliento
del viento que besa mi mejilla al aire,
del sol que calienta mi cuerpo y mi mente
del cielo que llena de estrellas mi sueño.

Sueños, no son sueños, son las metas ciertas
caminando firme por senderos tristes,
aguerridos, fríos, despojados, quietos
pero que conducen al gozo perenne.

De aquel que soñando se enriquece y logra
amar siendo amado y ser feliz siempre,
compartiendo alegre y este mundo andando
soñando despierto y la paz sembrando.

Los niños sonriendo y el sabio enseñando
los campos poblando de frutos y encantos,
el joven triunfando, sin guerras ni llantos
la luna alumbrando y el progreso andando.

¡Soñemos, soñemos! El sueño alimenta
y no cuesta nada, ¡soñemos en grande...!,
tal vez así hagamos realidad un sueño...
quizás nos bebamos el vivir soñando.

MaríaAsenet Arboleda Urrego



1 comentario:

Fernando Arboleda dijo...

Yo tamién sueño...