ALDEWIN

Anoche dije tu nombre
contemplando las estrellas,
y la mas bella me dijo:
yo voy siguiendo su huella.

En el viaje de la vida
los amores son sutiles,
pero el de Ase y Aldewin
son filiales y convidan.

No hay recodos ni caídas
de corrientes de aguas vivas,
que derriben las fronteras
y las cumbres de estas vidas.

Eres el sueño tierno y dulce
que despierta cada día,
calientito de roores
en las noches y en los días.

Nadie sabe cuanto añora
la dulce mirada viva,
cuando tu viniste al mundo
cuan inmensa mi alegría.

Un te quiero, un hasta luego
un abrazo, un alma mía,
que se eleva y se confunde
con el viento en la alquería.

Es que amores, hay amores
¡OH cariño y alegría,
te llevo conmigo siempre
alabando tu osadía.

¡AY! vidita, vida mía
dulce sueño y poesía,
cogiditos de la mano
marcharemos noche y día.

María Asenet Arboleda Urrego