lunes, 7 de mayo de 2007

ASI ERA MI MADRE



Mi madre era una rosa colmada de fragancias
que al aspirar su aroma el alma se aliviaba,
una sonrisa plena en mis labios asomaba
y ya no habían penas, ni dudas, ni añoranzas.

MI madre fue una diosa inteligente y sabia
que mis pasos condujo con acierto y verdad,
entrenó mi materia y a mi alma hizo soberana
templando mi carácter con tacto y sobriedad.

Complicidad y afecto cual raudos manantiales
bañaron para siempre mi aura y mi oleaje,
con sellos indelebles fue fijando en mi mente
la nota dominante para abordar el viaje.

Así era mi madre: Abnegada y valiente
a veces muy severa y muy intransigente,
las injusticias vanas, la guerra y la corriente
sacude con violencia a todo ser viviente.

La energía y coraje que acompañó a mi madre
la hizo ganadora de amores y de dones,
en mi alma yo la llevo con anhelo ferviente
y somos una sola, mi madre y yo por siempre.

Bendigo tu presencia ¡OH dulce madre mía!
por siempre esta conmigo tu espíritu al andar,
pilar de la familia, amiga bondadosa
mi cómplice, mi aliada, mi guía al caminar.

Así era mi madre: suave, linda y amorosa
en su regazo tierno calmé mis agonías,
con su ejemplo y coraje vencí mi cobardía
sus besos, sus abrazos me dan razón y vida.

María Asenet Arboleda Urrego

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