LA ESCUELITA DE DOS BOCAS

En Dos Bocas, Zaragoza
hay una linda escuelita,
el río Nechi la baña
y el monte protege su alma.

Postes, tablas, paja y tierra
conforman su edificación,
y allí se educan los niños
promesa de la región.

En este recinto santo se albergan los corazones
de colonos que inmigraron buscando nuevas opciones,
oro, señor, oro, oro riqueza y sueños de amores
del famoso Puerto Antioquia, para los grandes señores.

A un lado resplandece la semblanza de los amos
con sus viandas suculentas, su ropaje y su jolgorio,
mas, a la orilla del río se alimentan los negritos
con ñame, arroz y panela, plátano, yuca y pescado.

Pero la escuelita espera con alegría y amor
a esa legión de angelitos tan repletos de emoción,
descalzos, semidesnudos, pero ricos en valor
y con ganas de aprender cada día una lección.

La maestra los recibe con cantos, baile y pregón
y le acompasan los trinos del jilguero y el pica flor,
todo es fiesta, aprendizaje, sonrisas y ventarrón
y una plegaria al Dios Padre es presagio y bendición.

¡Cómo recuerdo a mi escuela, sus gentes, su condición!
¡Cuántos tesoros se forjan al fondo del socavón!
inocentes intelectos futuro de una nación
amasando hambre y miseria, sobreviviendo a la acción.

María Asenet Arboleda Urrego